Miguel

Miguel

A Miguel le apasiona la lingüística y los libros que se saborean despacio. Disfruta del senderismo en días frescos, cuando el aire huele a tierra y los árboles susurran historias antiguas. Le gusta tocar la guitarra al atardecer y dejarse acompañar por la música country mientras la naturaleza le envuelve en su calma.

Prefiere las camisas de franela, los silencios cómodos y los gestos amables. Le encantan los Golden Retriever por su ternura sin condiciones, y encuentra en el yoga una forma de escuchar el cuerpo sin palabras.

No le gustan las multitudes ni el calor sofocante. Le incomoda el perfume de coco, los gritos innecesarios y los pasillos de centros comerciales. No disfruta cocinando, pero sí alimentando la mente con ideas nuevas y caminatas que oxigenan el alma.

En sus clases, Miguel cultiva la atención pausada y el aprendizaje significativo. Enseñar, para él, es como recorrer un sendero con calma: observando, comprendiendo, compartiendo. Con su voz tranquila y su forma cercana de estar, transforma cada encuentro en un espacio auténtico, donde aprender es tan natural como respirar entre árboles.